(Jerez a 20-1-2008)
A veces siento que tengo más la pluma entre las uñas que entre los dedos, y su tinta se agolpa en mi cabeza mezclándose con aromas melancólicos que le profieren la viscosidad justa para impedir que fluya con soltura de la cabeza a la sangre, de la sangre a la mano, de la mano a la pluma y, de la pluma, al papel que con el tiempo será un jirón amarillo y doblado entre las hojas de un libro. Suele ocurrir entonces, que siento una necesidad infinita de encadenar palabras para llenar las cuartillas que me desafian con su blanco insultante, y me encuentro, con que mi pequeño saco, donde guardo los pocos vocablos que recolecté en la vida y con los que me voy defendiendo cuando la tinta fluye y la cuartilla insulta, está, practicamente vacío.
Lo etéreo de mi desasosiego no encuentra su doble físico en el papel. Busco la palabra adecuada; meto la cabeza en el saco y lo revuelvo una y otra vez desechando mil `palabras que se me antojan vacias. Una de ellas, sin embargo, me ha llamado levemente la atención y la he rescatado: "locura"
Indudablemente, la locura es algo con lo que me gusta definirme; es más, me produce cierto orgullo pensar que, en mi condición de loco, mi paleta de colores es algo más rica que la de los cuerdos, que suelen ser hombres grises. Es una pena, sin embargo, no tener la capacidad de adornar mis colores con exquisitos cultismos de formas esdrújulas que me permitieran definirlos con la claridad necesaria.
Vuelvo a meter la cabeza en el saco y busco de nuevo. Esta vez encuentro en el fondo un descosido por el que parece que ha escapado una palabra llana y que ahora se aloja bajo mi mesa. La recojo con cuidado y descubro en ella la luz que me falta . Es mi palabra preferida, la que siempre me amarra a puerto cuando se acerca el temporal. Es la palabra que más siento cuando la pronuncio: "Vida"
Ya he encontrado la fórmula para saciar mi desconsuelo cuando la pluma me llame sin hablarme, uniendo simplemente la vida a mi locura.
A partir de hoy, en esos momentos febriles solo escribiré una frase:
"Este loco sigue vivo"
(Jerez a 21-1-2008)
Este loco sigue vivo
(Jerez a 22-1-2008)
Este loco sigue vivo
(Jerez a 23-1-2008)
Este loco sigue vivo
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A veces siento que tengo más la pluma entre las uñas que entre los dedos, y su tinta se agolpa en mi cabeza mezclándose con aromas melancólicos que le profieren la viscosidad justa para impedir que fluya con soltura de la cabeza a la sangre, de la sangre a la mano, de la mano a la pluma y, de la pluma, al papel que con el tiempo será un jirón amarillo y doblado entre las hojas de un libro. Suele ocurrir entonces, que siento una necesidad infinita de encadenar palabras para llenar las cuartillas que me desafian con su blanco insultante, y me encuentro, con que mi pequeño saco, donde guardo los pocos vocablos que recolecté en la vida y con los que me voy defendiendo cuando la tinta fluye y la cuartilla insulta, está, practicamente vacío.
Lo etéreo de mi desasosiego no encuentra su doble físico en el papel. Busco la palabra adecuada; meto la cabeza en el saco y lo revuelvo una y otra vez desechando mil `palabras que se me antojan vacias. Una de ellas, sin embargo, me ha llamado levemente la atención y la he rescatado: "locura"
Indudablemente, la locura es algo con lo que me gusta definirme; es más, me produce cierto orgullo pensar que, en mi condición de loco, mi paleta de colores es algo más rica que la de los cuerdos, que suelen ser hombres grises. Es una pena, sin embargo, no tener la capacidad de adornar mis colores con exquisitos cultismos de formas esdrújulas que me permitieran definirlos con la claridad necesaria.
Vuelvo a meter la cabeza en el saco y busco de nuevo. Esta vez encuentro en el fondo un descosido por el que parece que ha escapado una palabra llana y que ahora se aloja bajo mi mesa. La recojo con cuidado y descubro en ella la luz que me falta . Es mi palabra preferida, la que siempre me amarra a puerto cuando se acerca el temporal. Es la palabra que más siento cuando la pronuncio: "Vida"
Ya he encontrado la fórmula para saciar mi desconsuelo cuando la pluma me llame sin hablarme, uniendo simplemente la vida a mi locura.
A partir de hoy, en esos momentos febriles solo escribiré una frase:
"Este loco sigue vivo"
(Jerez a 21-1-2008)
Este loco sigue vivo
(Jerez a 22-1-2008)
Este loco sigue vivo
(Jerez a 23-1-2008)
Este loco sigue vivo
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En definitiva tienes la mirada de un niño, la capacidad visual hacia la vida que se tiene en la más tierna infancia, un saco de palabras y 2 ya son mas que suficiente.
ResponderEliminarEstas vivo, de eso no hay duda, estas mas que vivo, viviendo en verdad la vida, disfrutándola como a sorbos, degustando cada instante y es que yo comparto un poco este escrito tuyo, si debo confesar, que esta loca también sigue viva, continua viviendo, disfrutando cada detalle, cada pequeño momento, todos los granos de arena.
2 palabras y mucha profundidad, en tus letras, respiros para el alma y el pensamiento que trae hoy tu pluma de algodón.
en definitiva si estas loco, la patología es seguir siendo un niño y lo mejor es que esa patología cuando ha llegado tan hondo, ya no tiene cura.
Besos grandotes al niño eterno. Att. Edmy
Dario, entré a dejarte un comentario profundo, sentido, que pudiera dar una idea de cuánto me hiciste vibrar... le he empezado y borrado como 20 veces, no hallo palabras... creo que debería buscar en tu saquito, tal vez ahí...
ResponderEliminar¿Puedo solo decirte que es hermoso?
Sé que no es suficiente, sé que no anega el espíritu tan corriente y burdo vocablo, pero se hace pequeño cualquier intento de ponerle un adjetivo calificativo, todo es nada para lo que me has hecho vivir al leerte... Niño, no dejes nunca de escribir !!