domingo, 9 de noviembre de 2008

COMO DECÍAMOS AYER...(o tras el paso de OBAMA)

La crisis ha llegado golpeando con sus miserias a los más desfavorecidos. Nosotros, burgueses de vida acomodada, nos tiraremos del pelo al no poder cenar una vez por semana en aquel bonito restaurante de ambiente bohemio. Los cafés de media tarde estarán llenos de buenas intenciones, de solidaridad, de ideas y de espíritu de cambio. Oleremos cada día el tufo de muerte que derraman los periódicos hablando del final del sistema. Veremos con nuestros mejores ojos como por fin las cosas cambian, aunque nosotros solo lo hagamos desde nuestros cafés de media tarde, soñando. Un nuevo dirigente llevará al mundo por otros derroteros, seguro, estamos salvados. Mientras, los que antes morían de tres en tres, ahora lo hacen de seis en seis. Para ellos no hay cambio ni remedio. En las sombras, los hombres de corbata y traje gris, maquillarán de nuevo la historia y moverán sus hilos de araña para, poco a poco, volver al sistema con mayor ferocidad. Después de todo los que morían de tres en tres ahora lo hacen de seis en seis y ellos no han sufrido ninguna consecuencia. Pueden dar un paso más, apretar un poco más el nudo, morirán en silencio de diez en diez mientras en la otra orilla los detractores del sistema se reunirán en el café de media tarde para hablar de desigualdades y volverán a aquel bonito restaurante de ambiente bohemio una vez por semana. En unos años, volverá a cambiar la presidencia del gobierno que maneja el devenir del mundo y el nuevo Bush de turno comenzará su discurso de investidura: “Como decíamos ayer...”

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