cuando al amor le dió por terminar;
la tempestad que había en nuestro mar
quiso estallar en mil oscuros versos.
Que con despecho quieto la poesía
ardía a fuego lento en mi interior;
y con un beso tuyo, más calor,
y con calor el alma consumía.
Por eso, amor mío, digo adiós;
para que nazca en mí triste poema,
para llorarle al verso un desamor.
Porque el poeta no puede vivir
si no ha sufrido un triste desengaño,
pues el dolor profundo hace sentir.
Eres un crack. Estoy en ello, palabra (en lo que tú ya sabes).
ResponderEliminarSaludos