jueves, 17 de abril de 2008

LA PARCA

Vivimos moribundos cada hora,
ajenos a la parca silenciosa
que afila su guadaña y nos acosa
desde la sombra oscura donde mora.

Se nutre de minutos que atesora
cercando nuestro tiempo presurosa;
vistiendo su mantel bajo la losa
espera que lleguemos sin demora.

Por eso he de vivir cada segundo;
sentirlo como el beso de la amante,
marcando bien mis pasos por el mundo.

La vida puede ser solo un instante,
¡mirad, que ya su rostro está iracundo!
¡corred, que ya la parca está delante!

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