y en sábanas a cuadros sus gemidos;
su aliento aún acaricia los tejidos
y el aire aún me devuelve su mirada.
Su cuerpo se marchó, no queda nada,
tan solo el palpitar de mis sentidos;
los brazos se me aferran desvalidos,
la piel se vuelve sepia y cuarteada.
Caricias que antes fueron mi sustento
y que ahora solo son tristeza pura
que ahoga en las esquinas mi lamento.
Fundirme quiero en esta noche oscura
colgado por el soplo se su aliento;
poner fin de una vez a esta tortura.
El aliento queda blanco,
ResponderEliminarY los cuadros desvanecidos
la luna se durmió en la amohada
aferrando mis brazos desvalidos.
Chuff!!
***
Qué ilusión!! Y puedo leer tu microrelato??
Formalmente exquisito
ResponderEliminary sin embargo retrato perfecto
de un sentimiento... me encanta.
Con lo que asfisian los corsés y y lo bien que respiras dentro...;)
Por cierto, acabo de estar en la pagina de Pan. No doy con su dirección de e-mail para pedirle el libro, pasamela.
Un beso
EXCELENTE MI NIÑO SUAVE Y ELEGANTE
ResponderEliminarMIL BESITOS DE AGUA
MERCHY